He visto la disociación de la mañana en las ramas de los árboles y
las personas somnolientas
He visto sus cuerpos tiesos y enclavados
una que otra laxitud y algún temblor
He visto la demora de las propias manos en la propias gargantas
He visto cómo se ensancha la cara
y el resplandor de la risa
y todo el aire organizándose alrededor