domingo, 17 de mayo de 2009
Un poema de Mario Benedetti al mar y en su memoria
El mar viene del mar
muere naciendo
simulacro de Dios
baba del cielo
viene del mar el mar
mar de sí mismo
desierto sin memoria y sin olvido
el mar se lleva el mar pero en la noche
las resacas no vuelven
al horizonte
Si tardíamente estiras y aflojas
anímate a saber qué y cómo es
Si apuras el paso y corres y despedazas el aire
anímate a saber qué y cómo es
Anímate a mirar con los ojos abiertos
anímate a callar
Asiente aún cuando tu mente se desbarate
porque lo que es y cómo es
viene y está
Despégate de todo eso y de una o dos cosas, nada más
Una vez que entiendas este andar
no querrás nada más.
Germinación
No creas en los pájaros
ni en sus cuentos ni en sus canciones
no creas en la lluvia que desciende y te besa
ni en los árboles que te abrazan y te mecen
ni en las flores que se enredan en tu pelo perfumandote la cabeza
No creas en lo evidente ni en lo claro
no entiendas lo sabido
No te detengas a beber
aunque el manantial sea dulce y tengas sed
continúa
arrásate a tí misma
tranfórmate en territorio devastado
Ya no interrogues
continúa
hazlo de una vez
y termina sólo en el final
desde allí te veré
estallando en las alturas
expandida en vuelo
dispersa entre escombros
entrelazada
germinada esencia de mí
que yo sé que está allí
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